Se reduce la lista

Queridas lectoras, tantos han sido los avatares en las últimas semanas que no he podido sentarme frente a esta ventana a narraros los acontecimientos acaecidos desde la última comunicación.
Decenas de pretendientes han pasado por mi pecho y mi lecho. El lunes sin ir más lejos un marques de Rolex en muñeca y sonrisa ávida de genitalia me invitó a cenar en el incomparable marco de la plaza Mayor. Y entre lomos de lubina, blanco chardoné y vegetales sautées nos seducimos como dos pavos reales mientras a mi espalda unas hijas de la Gran Bretaña comentaban las excelencias de las carnes y sabrosura del pescado. Y en fugaz visita de carajillo para una dama y Bitter kas de caballero le llevé a los bajos fondos de Madrid. Le acompañe a la calesa mientras saludaba a mi amiga y gran soprano Beatricce y me despedí del galán pensando en un reparador sueño. Hoy compruebo aliviada (via paloma mensajera como es costumbre entre las Señoras) que otra dama sevillana a capturado su corazón en la feria de Abril. Un hombre menos del que preocuparse.
Los demás no han dado señales de vida y yo los esquivo como a demonios del Averno. He decidido, hemos decidido mejor dicho, don Rogrido, mi príncipe de Asturias y una servidora que formalizamos las relación privadamente si bien a los ojos del populacho seremos tan solo amistades bondadosas. Yació conmigo ayer, y por fin el alba nos despertó juntos en mi lecho, y sus besos me irritaron la nariz, feaciente prueba de pasión amatoria donde las haya, y sus manos acariciaron mi cuerpo, y su boca marcó (literalmente como a ganado de valor superior una dentellada me dió) mi pecho. y sonreí mientras esta mañana partia a reconquistar tierras de infieles en la Alta Lusitania.
Oh amado mio de cabellos castaños y ojos tristes. Oh Felipe de mi vidaaaaaaa

De señoras y criadas

Queridas amigas y enemigas todas,
por ser vos quien sois y por vuestra gracia infinita, algunas que otras sois más sosas, anormales, analfabetas, bobas, babosas, capullas, cerdas, chonas, chupapollas, dantescas, deformes, estúpidas, egoistas, flacas o fofas, furcias, guarras, gElipollas, hediondas, hijasdeputa, idiotas, imbéciles, jodidas, jichas, kaguentuputamadrecerdademierda, kinkilleras, lameculos, lerdas, llamativas, lloronas, mamarrachas, mierdosas, nenazas, ninguneadoras, niñatas, ñoñas, obscenas, porquidas, patrañeras, quemamierdas, raposas, rejodias, sarnosas, sinsustancias, tacañas, tontachorras, unguladas elefantas, ululantes elefantes, viciosas, verborreicas, wencesladas-cara-chichi, wambas, xenofobas, xilofonoficas, yermas, yertas, zarrapastras y zamparrellenos que otras pero todas sois dignas de mi bendición, y por eso os bendigo en este dia de cielo plomizo y resaca imponente.
Y asi sea.

Θεσσαλονίκη

Fui a las laderas del monte Olimpo para ser ofrecida cual Ganímedes del siglo XXI a los brazos de Zeus. Sacrificio propiciatorio requerido por los dioses para la sanación de la gran Duquesa Anastasia Fausta de las Mercedes Tres Castillas y Aragón.
Y mi cuerpo eregido en objeto de súplicas, adoracions y admiración fue ofrecido a los dioses. Y estos en su magna sabiduria lo devolvieron a las hombres, quienes estaban más necesitados de placer, belleza, amor y osadia, cualidades escasas entre ellos que sin embargo sobradamente se encuentran presentes en este ser. Y no fui mujer. Ni hombre. Ni efebo. Fui caliz de vida y amor.

About illness and love

Went to the doctor this morning and she told me i do not have TB ....when she ask me whether i expectorarte green or white i enthusuiastically respondes: YES!!! then she told me...then it is not TB...which was extrememly surprising to me considering how beautiful I am. Nevertheless i have to celebrate not having Gotié´s disease and thus I plan to go out tonight. Just for a bit. And see the men around.

Ostbanhof

Berlin me recibió como recibe siempre a sus amadas: adecuandose a su estado de ánimo, reflejandolo en su tinte gris, azul, rosa a verde dependiendo del nivel de endorfinas de la amada. Y yo era una mujer gris. Una mujer negra. Y Berlin no me defraudó.
Apreciamos la belleza teutona en el Reigstag, en los cuerpos altos de los hombres hijos de la limpieza étnica nazi, im Zoo, en el monumento a los Soviets e incluso en los borrachos de lánguida mirada que pululan perdidos entre la magnificencia de la urbe.
Erik Honneker nos hizo compañia durante toda la estancia: decidimos aposentarnos en un hotal de la Stasi.
Y fui feliz de forma gris.

¡¡Muerte a los Orcos!!, ¡¡¡Vivan la condesas!!!

El populacho, feliz por las nuevas del manifiesto recientemente publicado por las grandes condesas de la Fresange y La Countesse Veuve de Valance, gritaba poseido por un mágico y divino saber imbuido por las mismísimas divinidades. Y mientras las condesas pertrechabanse para la dura batalla, donde el reino de las Condesas sería defendido frente al horror y la barbaria orca, las asnas contemplaban impasibles los preparativos de ten magna gesta.
¡Cuanto valor!, cuantas perlas y nobleza.
La cruenta batalla librada en los campos meridionales se saldó con el glorioso triunfo da las aristócratas guerreras para mayor envilecimiento de la especia orca.
No significa ello que no sufrieran las condesas terribles heridas de guerra ni que la batalla fuera una demostración simple de fuerza e inteligencia bélica por parte de nuestras damas, sino una demostración más bien de la inmensa capacidad neuronal de unas frente a la estulticia supina de otras. Alabados sean los dioses y acogidas con deleite las libaciones ofrecidas a Marte y Athenea protectoras de las condesas.
Asi ha de ser.

Bucéfalo

Ordené que pertrecharan mi jamelgo para el amanecer: partiría hacia oriente sin más dilación. Necesitaba sentir el mar cerca de mi, oler su sal en el aire, oir su estrépito contra la arena. Y fui amazona galopando sobre mi particular Bucéfalo. El viento de levante me hizo sentir una mujer fresca y pura de nuevo. Ya no me sentía la viuda conmovida y ojerosa que he sido por tantos lustros...y se escucharon mis cantos por la meseta castellana, y mi alma de doncella se alegró de los silvidos del viento y las sonrisas de las flores que aplaudian mis acordes de bello tono. Y fuí favorita discípula de Calíope. Cantos declamados por mi dulce voz en mi cercana mocedad.
Tras el extenuente trote llegué a una posada donde me harté con unas ricas preparaciones locales y donde platiqué con una antigua amiga de mocedad. Descanse, pue sestaba desfallecida tras tan severo viaje, y disfruté de la amistad que hace tiempo se me brindó. Y bebimos y comimos y llegó la hora del regreso. Sentíame satisfecha por visitar las tierras del la luz y del amor. Y aunque Eugene no es mi prometido ya, me siento orgullosa de sus ancestros y sus poblados llenos de belleza íbera.
Pronto volveré a ser mujer. Regresé a palacio extenuada pero contenta y dudé si acercarme a alguna fiesta donde gozar de la compañia de mancebos apuestos que holgasen zalamerias. Yací en el lecho y caí en un profundo sueño reparador.
Y amé la vida y amor el amor....aun el perdido.