De nuevo en Inglaterra

El amor cabalga por mis venas como una droga que anula mis sentidos...y Martha es la más apropiada en este Londres veraniego para ilustrar con su lírica compacta mis sentimientos...y todo lo demás...
Alexander Magnum je t'aime

Brighton revisited

¿Volverá la condesa del exilio? o, ¿cautivadora ella arrastrará a su amado a las tierras que la acogieron durante el primer interregno cuando las ordas salvajes del norte tomaron el poder, y de tal modo asentará sus perfectas posaderas en aquellas verdes tierras?. Ya se preparan los baúles, los chales entran solitos a las maletas, las pamelas, bolsos y zapatos se regocijan ante la espectativa del frescor de las campiñas y playas de Albión, los broches y miriñaques danzan de alegria al prometerse acariciados por tan lánguido sol, las medias, pantis y pololos gritan de contento ante el frescor que inundará su ser. Ya tañen las campanas de las villas con alborozo pues la reina del amor regresa a la tierra bárbara donde tanto amor esparció. Oh Buda de Occidente, oh Apolo Easonensis oh Venus Matritensis sed bien recibida esta la tierra que te adoró como favorita de los dioses y como Neftis Ibérica.
Oh hija del Equinocio! No sufras más por el amor de tu hombre-dios.
Y con el formulario mágico:"Donde tu eres Cayo yo seré Caya" nos desposaremos en las costas de Alejandria frente al palacio de Neferneferuatón y seremos ángeles de Cupido.
Amén.

Y Júpiter poseyó a Leda

Y fui Leda amantísima y servidora entregada de su dios, entregué mi cuerpo al divino ser, y el destino se cumplió, y del huevo engendrado por esta Venus Genetrix Apolinea nacieron el Amor, el Deseo y el Tiempo. Tan solo unas privilegiadas almas como Leda, Ganímedes y una servidora han sido tan afortunadas de ser elegidas por el dios de dioses, por aquel que domina la fueza del universo, por quien gobierna el Olimpo.
Pronto se acercan los Ludi Apollinares en los que se celebrará con especial dedicación esta reciente unión sacra.
Oh! Destino imparable que me ofreces los más altos honores que ni una gran Vestal podría soñar. Sacrificios, panegíricos, lapidaciones en honor a Juìter Caelestis, bacanales y circo...

Atormentada

Las presencia fantasmagórica de Jean Paul y la más tangible y real de George hacen que este mi coñazón se sienta como una cáscara de nuez flotando en una torrentera pirenaica tras un copioso deshileo previo a los idus de marzo. Y me atenazan las dudas, y mis manos de mujer se sienten ateridas al no encontrar la añorada piel que acariciar, los labios que besar ni las barbas que recorran mi suave piel de mujer hidratada. Asimismo siento como se me entristece la mirada y presiento como la demencia podría abrirse paso entre tanto amor despilfarrado y tanta lujuria insatisfecha. Habrá pues que ofrecer sacrificios a los dioses y a los hombres para acabar con esta dramática situación. Como Hilas del siglo XXI espero a mi Hércules con ansiedad y deseo, y también con la certeza de que EL llegará en su trono de oro y perlas altivo y resplandeciente a mi encuentro como tierra fecunda y prometida que soy.

Operación trikini

La súbita decisión que adoptó una servidora dias atrás de dejar el mundo de los placeres carnales para adentrarse en lo más recóndito de la espiritualidad divina empezó a manifestarse en la salida a la francesa que me vi obligada a ejercitar anoche en una soiré trés priveé des arrondisments de Madrid.
Acudí presta a la llamada de mi amiga Ivette y nuestras queridas comadres la Contesse Veuve de Valence y su prometido-divorciado-amante Jeromette le Gaulois. En el Vinagrette Club coincimos las bellas damas con otra dicharachera mujer hija de las estepas y los fiordos, una tal Fantástika, mujer entrada en años que no en carnes. Sea como fuere me vi de repente en la entrada de una mansión modesta donde un espejo de grandes dimensiones reflejó la belleza y la magnitud de mis posaderas. Asustada y compungida ante el tamaño y la belleza de tales partes traseras decidí usar polisón lo que queda de mes.
Sigo enamorada de Jean Paul y eso no se puede cambiar. Debo confesar y abrir mi corazón a todas mis ávidas lectoras y confesaré: recientemente, ha tres lunas mantuve una breve entreista con Eugene de Salvá. Su belleza mediterranea estuvo a punto de derrumbar los muros de mi determinación, y el magno ariete de su sonrisa pudo tirar la puerta de mi decencia y amor propio. Pero no fué así. Estoica, animada por Santa Putifer de Alejandría y la Virgen del Bó, ayudadas ambas sendas por mi devoción al Santo Cristo de la Braga Floja, conseguí controlar un desea que me devoraba por dentro. Y tan solo besé sus labios como matrona besa los de sus hijos.
Soy una atormentada mujer de pechos turgentes y cálidas entrañas que espera cuan Penélope su Ulises. Este Ulises que me manda palomas mensajeras con besos, guiños, preguntas y respuestas.
Oh Dioses del Olimpo!! Que el caliz de amor de mi amiga la Contesse Veuve de Valence sea saciado con las más ingentes cantidades de las más puras leches de burras y cebras aficanas, dacias y persas, y que mi amor se materialice en el mismo foro romanorum ante la presencia de toda a aristocracia y el populus romanorum al tiempo que celebramos las lupercalias.
¡¡¡Asi sea!!! O que el agua de la laguna Estigia ahoge mi vida que no merece el aliento sin el calor de Jean Paul a mi lado.