Bárbaros

Su mirada de color cielo me dejo helada. Era un bárbaro holandés de altura desmedida y belleza sin igual. Los exvotos a los dioses y las oraciones de las vaginas de Roma fueron escuchados por los dioses del Olimpo. Gea inspiradora y Afrodita fueron artifices de tan supino regalo .Y caí en sus brazos tras perseguirme por toda la disco!. Y su cuerpo vikingo adoro mi cuerpo de vestal. Y yacimos juntos hasta el mediodia entregados a los placeres de venus. Y fui caliz de placer. Y fui hombre y fui mujer.

Y Jean Paul sigue rondando la escala

Doña Solange de la Fresange Tres Castillas, Aragón y Montes de Toledo Smith-Brown, Mujer Institutriz, querida esposa, madre y abuela, lectora entusiasta de Le Monde, y eterna seguidora de Equipo de Bolos de Reinosa, Hija Predilecta de Peralejos de las Truchas,Orden Civil de Salud Mental, Categoria Encomienda, Psicologa, Mujer, Presidenta de Honor de Chariel, Condesa Viuda de Montparnase Y Marquesa del Calgar, Presidenta Vitalicia del Palacio de Zurita, Mujer, Devota de la Virgen del Bo, Gran Cruz de San Chichifer de las Altas Cumbres, Archiduquesa de las Grandes praderas, Cancilleresa del Rihn, Académica Numeraria de la Real Academia de Chichología, Mujer, Medalla al Mérito Sideral, Banda de Dama de Honor de la Orden del Mérito Civil, Medalla de Platino Rubies y una Perla AL Mértito Social, Favorita de los Dioses, ADorada entre los Hombres, Látigo de la Estulticia, Emperatriz del Amor, Reina del Deseo, Marquesa de Eguizabal y Condesa de Salces, Mujer, Presidenta de la Asociación por el buen Vino, HIja de Baco,

y todo lo demás comunica si reciente enamoramiento del gallardo mancebo llamado Jean Paul, el cual me acosa sin parar pero mi inseguridad de mujer rota y herida por la última relación con Eugene me está dejando patitiesa.

MI bello Jean Paul

El amor que sentía por el hombre de gafa dorada y espaldas de mamut se ha desvanecido ante las demandas de la plebe amorosa. Una vestal se debe a sus seguidores, y como encarnación de la justicia no puedo ni debo entregar este templo de sabiduria amatoria al hombre de las manos grandes y la sonrisa castiza.
Oh malhereux dieux de monde!! ¿Por qué castigais tan cruelemnte a una fielísima servidora? ¿Por que me presentais a un heredero digno de Héctor para luego arrebatarmelo ante mis cándidos ojos de mujer profundamente enamorada?. Mi pobre corazón gime, llora y se desgarra ante su mirada y su sonrisa. Me tiembla la voz y se em doblan las rodillas al tiempo que mi erectil miembro se muestra en todo su esplendor.
OH!! Malhadado Eugene, ¿acaso no eres tu el instigador de tan magno castigo y tan pérfida venganza?. Que las sierpes del más ponzoñoso veneno y los orcos más repugnantes sean la compañia de aquel porquido ser que inspira tan horripilante tormento a esta sacra persona.
Y que el buen juicio de los dioses hagan que Fortuna cambie de rumbo o he de morir de amor.

Nueva deidad

Hetaira de los dioses, nueva diosa del panteón, súcubo de los hombres, gran zorra de Babilonia, priapíco ser de placenteros hábitos, gruta de inmenso goce, mármoreas posaderas, hoija de Afrodita,
Haviendo pasado las horas del crepúsculo del dia anterior con mis amigas en el palacio de la Comtesse Veueve de Valance y de su ex amante y bello gabaacho acompañante decidí esa mañana dirigirme a los bosques del extraradio a disfrutar de los cantos de las aves y del frescor de los riachuelos. Bajaba para ello por una estrecha senda cuando mi mirada se topó con la de un bello mancebo de proporciones herculeas y mirada penetrante. Azorada proseguí mi camino entre flores y arbustos pero el deseo de ver sus limpidos ojos hizome tornar mi cabeza. No me asombré al comprobar que sus ojos me miraban fijamente, y asi hasta ters veces. Viendolo a la entrada de su granja con aquellos brazos de acero y la llave del amor en la mano no pude sino acercarme a su figura. Y sonriendo y viendo que sus manos torpes y poderosas eran incapaces de abrir la cancela le pregunté: ¿es que no puedes abrir la entrada a tu morada?. Su limpida csonridsa me contestó sin hablar. Y yo, una dama, con la suavidad inherente a mi condición torné la llave y cin ella abrí no solo cancela sino también luuria y pasión. Y dejando que nuestors labios hablarosn por nosotros in importatrnos que camepsions oseñores fueseesn testigos de nuestra acomplamiento comenzamos los prolegomenos del acto amoroso alli mismo. Y su lecho era de finas telas de oriente, y su fornido cuerpo de piel sedosa acariciaba mi divino ser. Y fui transfigurara en estasis de mujer.

REGIA ET MAGNA IMPERATRICE

Asaltada por los deseos irrefenables de todo aquel humano de gametos masculinos existente con capacidad de apreciar mi divina belleza me veo asediada, noche y dia, dia y noche, por las pretensiones amorosas y lascivas de mis innumerables admiradores. Adoradores que a la velocidad del levante pasan en breve plazo de tiempo a convertirse en adoradores con tan solo el roce de mis labios.
Pero todo esto se acabará cuendo el dios Asclepio se apiade de este amor infame que me está atormentando...sus gafas de oro y sus espaldas de nadador han conseguido que me encuentre como una elitista Zarzamora gimiendo en cada rincon de palacio, suspirando por sus carnes, su cuerpo peludo de Mamut siberiano, sus manos de hombre protector..y todo lo demas.
¡¡¡ESTOY ENAMORADA!!!. Que lo sepan los vientos, que el alado Mercurio lo proclame ante los dioses olímpicos y que la brisa nocturna lleve mi dicha hasta la mismísima Catai!!!

Doctora Ingeniera y Psicologa. Comendadora de las Orden del Mérito Médico. Miembra de la Academia Gastronómica de Lavapiés. Hermana de la Cofradia del Cristo Atado a la Columna y Virgen del Bo. Romera de San Bernabé. Hija de Zeus. MUJER.

Sacerdos Vestalis

¡Oh Vaginas de Roma!!
suplicad junto a mi a los magnos dioses del Olimpo
que nos concedan grandes vergas bárbaras.

Y mientras las sirvientas recogen nuestros objetos caidos y los gladiadores se exaltan ante la verborrea, el candor y la figura de las Grandes Matronas Vitalicias de Roma, el orbe rueda alado con la velocidad de un sapo culebrero trepando por el Parnaso, nosotras las favoritas de los dioses, las hijas de Afrodita, las más bellas, gozabamos de las grandes festividades de los Idus Beticae. Como Talía y Calíope fuimos deleite de todo ser afortunado de nuestra presencia.
No hubo, ni habrá, mejores augurios y presagios para tan bellisimas damas gestadoras, Venus Genetrix, Afrodita Urania y Afrodita Pandemos, crateras de belleza,...
Y quienes se opusieren a la dininización de nuestras sacras personas corren el riesgo de ser castigadas sin champú.

No se comportó ni la plebe ni la aristocracia como dos vulgares Tilio Cimbrio y Servilio Casca, las sirvientas obedecian agradecidas las órdenes que se les daban y aquella noche en el Quirinal fuimos la Contesse Veuve de Valance et moi meme, La Contesse de la Fresange, dignas hijas de Hera.
Et