jueves, 27 de marzo de 2014

Ha pasado casi un año desde mi última comunicación, Sara nos ha dejado, las hordas rusas se han puesto muy pesadas en Sebastopol y el invierno no parece querer dejar paso a la primacherna. Desde mi exhilio en esta moderna y mediterranea Barataria he disfrutado de la soledad durante un año, desde que rechacé las atenciones de Zeus y este decidió volver al Olimpo a convencer a Eros de la necesidad de reconquistame. Así lo decidió Fortuna, poderosa entre las diosas y amiga mia en sus ratos libres.
Ya se ha plasmado esta situación de forma literaria por mi admirada Gala (Antonia, no la otra Gala: la concubina daliniana); cuando la felicidad o el dolor son tan grandes que nos impiden plasmarlos de otro modo que no sea la apatia comunicativa. Huelga decir que en este extenso periodo la ausencia comunicativa se ha debido a ambas circunstancias.
Ahora se acerca el final...Zeus Baleario parece haber sido victima de nuevo de Μωμος y los sentimientos de una servidora son confusos, variantes,...y una ya no sabe si es mejor estar sola que favorecida por el honor de pertenecer a un dios.
Ser bella entre las bellas no es fácil...ser mujer no es fácil, y ser señora sin perder la cordura frente a un dios perjudicado es sobrehumana prueba.
Que los dioses olímpicos me sean favorables, pues los hombres ya lo son.