viernes, 27 de marzo de 2009

Θεσσαλονίκη


Fui a las laderas del monte Olimpo para ser ofrecida cual Ganímedes del siglo XXI a los brazos de Zeus. Sacrificio propiciatorio requerido por los dioses para la sanación de la gran Duquesa Anastasia Fausta de las Mercedes Tres Castillas y Aragón.
Y mi cuerpo eregido en objeto de súplicas, adoracions y admiración fue ofrecido a los dioses. Y estos en su magna sabiduria lo devolvieron a las hombres, quienes estaban más necesitados de placer, belleza, amor y osadia, cualidades escasas entre ellos que sin embargo sobradamente se encuentran presentes en este ser. Y no fui mujer. Ni hombre. Ni efebo. Fui caliz de vida y amor.

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