miércoles, 31 de diciembre de 2008

La fábrica de bragas

No es el título de la última novela de mi amiga Marta Venenefna, ni el de un cortometraje postindustrial de la nouvelle vague sefardí. De alguna manera tan sonoro título me ha traido, de forma espontanea y jamás consciente, decia que se trata tan solo del recuerdo de aquellas a quien una muy amiga mia llama las mamarrachadas de las cerdas amarillas y sus putas bragas rojas. Perdón por el lenguaje, pero por mis venas corre sangre (roja y azul: dependiendo del dia, pero nunca sangre del Gran Sham Poo). Hoy dia de San Silvestre y San Chichón de los altares negros las ordas orientales harán su agosto embaucando a las pavas occidentales con sus baratijas sépticas, sus sonrisas corruptas, sus almas vacias y contaminadas, su pestilencia, su odio y desden hacia nosotros a quien consideran una cultura inferior -ademas de llamarnos narices largas, las muy puercas de cara de pantortilla (que es un postre ibérico), con esa cara de retrasadas mentales sonriendo y con el símbolo del Euro tatuado en el corazón y incrustado en el lóbulo frontal y parietal, etc. Estos engendros de la naturaleza, como dice otra amiga mia, torpe experimento del Altísimo, virus humanoide que infesta nuestras ciudades, pueblos, villorios e incluso aldeas, sanguijuelas del honor, sapos execrables, sacos de mierda en amarillenta piel humana con ojos de rata despelujada, peseteras donde las haya, desperdicios humanos, estas bicharracas digo, no nos han de dar la fiesta en paz. Pero no dejaré que la existencia de semejantes degradaciones del material genético corrrespondiente a los homínidos amargue este dia de tanta felicidad. Felicidad porque al fin llegada esta fecha este aciago año se va por fin y podremos mirar el próximo con renovado odio y rencor. Ya lo dijo la jefa del conceju de sabios de la aldea donde mi ADN sufriò mutaciones tales que me convirtieron de labriega a condesa que esta vida, y cito textualmente: "esta vida es un puru engañu". Truequense las us finales por os y tendran ustedes, querida amigas, la versión en castellano.
No solo me encuentro con el alma ennegrecida por las desgracias de este criminal y asesino bisiesto, por los atroces actos de crueldad contra mi persona y aquellas allegadas afectadas todas por llevarnos a Charlene, una mujer bellísima, elegantísima, de rápido verbo y veloz ingenio que deja viuda al irse a un viaje largo y somnoliento. También se está cebando con las que quedamos vivas, atadas a estos lazos de amor y deseo, de penas y glorias y a estos cuerpos degradándose.
Para Charlene y para Alex dejaré mi ventana abierta para sentir el frio norteño que inundará mi alma. Y luego brindaré por ellos.
Mi recuerdo a Alex, a quien tanto amé.

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