La condesa republicana

Con todo el revuelo de las declaraciones hechas por la reina (consorte) no puedo sino unirme al sentimiento generalizado de escándalo.
Una condesa no puede dejar de serlo nunca: se nace condesa y se muere condesa. Por el contrario las señoras nacen y se hacen, meritorio este proceso en sumo grado, y por ello las SEÑORAS podemos mandar a la guillotina a quien nos moleste o/y moleste al populacho. ¡Vive la République!
Tiempo ha que abogué por la reinstauración de la guillotina, gran amiga mia, que nunca, nunca repito, me ha defraudado. ¿No será hora de hacerla resurgir como ave fenix de la justicia, adalid de la sensatez, bandera de la concordia y escudo contra la maldad?.
Así lo creo firmemente. Mi gran amiga Luteznia, consejera mia y señora de las norteñas tierras riojanas comparte mi opinión. Opinión que en gran manera estimo, no solo por su sensatez sino por su imperiosa necesidad.
Gobiernos, reyes, caudillos, tiranos, repúblicas e imperios irán y vendran por la senda de la historia. Pero nuestra amiga la guillotina siempre se cernerá iracunda y vengativa sobre las cabezas de aquellas mujeres ineptas que no supieron respetar los designios de la plebe. ¡¡¡Fieras del averno!!! No dejeis que la estulticia llene mis pensamientos ni aconseje mis acciones.
La Gran Condesa de las Tres Castillas Y de Aragón ha dicho:
VIVE LA REPUBLIQUE!!!