lunes, 13 de octubre de 2008

Toros de Guisando

Una mujer moderna, polifacética, international beauty y exploradora como yo se ha paseado este sábado por los Toros de Guisando. Contemplando aquel vestigio vetón donde volumen y solided se maridan ofreciendo al observador una imagen pétrea de poderío, me preguntaba si no buscamos a veces en nuestros amores y amantes esa inalcanzable figura protectora magnifica y poderosa que hará de nuestro paso por el planeta un paseo nupcial.
Evité en todo momento hacer comparaciones con mi esposo -sí ya hemos libado ante Afrodita los licores del amor- y con mis parejas anteriores.
O acaso ¿no nos hemos dejado llevar incontables veces por el deseo a ser espachurradas como uvas en el lagar por los anchos brazos de algun fornido hombreton de mirada torpona?, ¿no hemos deseado sentirnos como una cria humana jugueteando por los aires en volandas de un Hércules coetaneo?, y ¿no ha sido concebida por nuestra imaginación la imagen del forzudo galán llevandonos en brazos a la orilla de ese mar paradisiaco donde un beso nos lanzaría cuidadosamente al agua?.Yo sí.
Y vosotras también, no mintais bellacas.
Así entre toros estáticos de piedra, lloviznas pasajeras, aroyos y ranas pasamos el sábado mi amiga Janette, mi amadao Eugene y la que escribe estas lineas.
Y si bien es cierto que no me importaría que se cumpliesen esas fantasias de músculo y vigor, también es cierto que el cuerpo del que disfruto me ofrece otros muchos placeres. Todas contra la cirujía estética. chicas.

No hay comentarios: