Finde salvaje

Cuando llegué a su casa me agradó de inmediato la familiaridad de la atmósfera. Libros y objetos en estanterias de madera vieja. No había nada de Ikea, para alivio de mi neurona anticonsumista, y estaba bebiendo una lata de cerveza, para alivio de mi sed. Sus manos morenas tocaron las mias, y yo pudorosa....y muy calentorraaaaaaa (cantar con voz de Sara)...le dije azoraaadaaaaa....

No me acuerdo que le dije pero deje la chupa en el sillón sin esperar a que me lo pidiese. Tenia prisa por desnudarme. Trago y cigarro y unos buenos morreos que dejaron mi recato en el suelo. Tras pasar al lecho y después de una buena sudada nos relajamos como dos amantes verdaderos...¡Que familiar y que extraño a la vez!. Habia sonado el teléfono pero, como es obvio lo ignore completamente. Y de nuevo vuelta a la carga. Y otra vez. El pecho peludo de lobo estepario esa sonrisa tan bonita y el rozar de su barba con mi piel (en muchos puntos de mi geografia corporal) hicieron lo que ni los complejos vitamínicos ni los estimulantes consiguen con un cuerpo extenuado por las horas de falta de suelo, las de natación y el cansancio general inherente a una mujer casquivana. De repente sonó de nuevo el telefono mientras sostenia las manos de mi recién adquirido amante y esta vez aprovechando el descanso postcoital lo cogí. Mis amistades estaban preocupadas: y ¿¡como no hubiere de ser así si eran las 12?!. De nuevo los placeresde la carne habien estirado el tiempo, y otras cosas menos temporales, y me habia hecho perder el sentido y la dignidad. Habíamos estado tres horas dale que te pego y chica, yo ni enterarme. Me despedí pudorosa y arrepentida y subi la cuesta que se me antojó el Machu Pichu al encuentro de mis amigas que cansadas esperaban mi llegada.
en fin...luego sigo



El viernes el amor entro por mi coño y el domingo salió por la ventana, como diría una travesti furiosa.