Viernes negro

Coincidiendo con el viernes de la "departure" de una de mis compañeras de trabajo favoritas el cielo en Madrid no es plomizo: es un bol de acero turbio sobre nuestras cabezas. Me recuerda a la partida de los españoles de las ciudades danesas allá por 1808 cuando se llevaron consigo la alegría y el buen humor que esta tierra íbera engendra -además de niños rubios de ojos castaños- y que fueron posteriormente tachados por historiógrafos daneses de traidores si bien el populacho sólo tenia sentimientos de añoranza. Así mismo me siento yo hoy.

Por otra parte y pasando a temas más interesantes decir que mi encuentro erótico sexual del jueves fue de satisfacción ilimitada, y con premio de estancia prolongada de mi amante durante toda la noche: ¡¡Aleluya!!. No solo mis capilares disfrutaron del roze de cuerpo y de las caricias de sus manos durante mas de dos largas horas de placer (esto es como una media maratón). Dani llamábase el susodicho favorito de los dioses, hijo del Amor, objeto de mi deseo y prometido de algun afortunado mancebo. Diríase que el destino me sigue forzando a ser "la otra". Tendré que revisar mis pilares morales para ver si sigo en esta vorágine de amasar amantes de muy variadas y distintas características, o limitarme al celibato hasta que llege mi principe verde. Sí, verde, has leido bien aunque azul también me gusta.

Oh la la!! Solange mon cherie...que sera? sera?