jueves, 7 de febrero de 2008

Carpe Diem

Como siempre pasa con los autobuses no va a ser menos con los revolcones: cuando los esperas no pasa ninguno y segun llega uno, dos o tres le siguen inmediatamente detrás. Y así fué como el miércoles de Solange se complicó. He vuelto a ser partícipe de aulterio: mi regreso a los brazos de Javier (como comprendereis algunos de los nombres propios son verdaderos, otros falsos , otros ligeramente modificados y otros completamente inventados en aras de mantener la privacidad de aquellos protagonistas de este diario asombroso y de esta vida lupanara que por unas razones u otras han de ser mantener su vida privada así, privada). Como tal empresa es imposible una vez han entrado en contacto con este ser de pluma suelta -o más bien teclado fácil- lo menos que puedo hacer para mostrar mi deferencia hacia ellos es intetar ocultar su identidad tras un velo de misterio y sofisticación. Je suis trés sophistique.
Al grano Solangette, que te despistas. Párticipe e instigadora por su extrema beldad y su cuerpo de adorables proporciones, piel de seda y ojos de doncella, partícipe digo nuestra heroína de un adulterio como la otra no fué capaz Solange de resistirse a la llamada de Javier. Javier es un apuesto hombre de cuerpo musculado y ojos verdes. Un par de años mayor y calvo de elección, de generosas porporciones genitales con unas manos preciosas y unos pezones maravillosos como lentejas. Sus orejas también son perfectamente proporcionadas y además tecnologicamente tiene un iPhone. ¿Que más se puede pedir en 2008?. Yo desde luego con eso me conformo. La cópula entre ambos siempre les sorprende con grados de placer pocas veces alcanzados, posiblemenete por el ardor la pasión y la energia que derrochan en disfrutar de sus cuerpos. Y siempre se sorprenden mutuamente, como si el recuerdo del otro se desvaneciera y empeorase segun pasa el tiempo. Unido el deseo a la siempre grata sorpresa de redescubrir el cuerpo del otro mejor de como la memoria lo había presentado el sudor corre por sus espaldas, sus chichis y todo lo demás. Y entonces el orgasmo: síncrono siempre. Como si de un tratado de perfeccción amatoria se tratase. Y los románticos besos de amante...Y las despedidas: siempre dulces. Y las risas. Ser una concubina tiene sus encantos.
Y claro el precipitado partir de cada uno a casa de su marido o de mi novio que todaviano sabe que lo es. Sí, se trata de la belleza valenciana: Eugene de Monparnase Salvá. Que me arrancó el coñazon el viernes pasado si os acordais. Pues bien. Ante mi insistencia a caido en mis redes de diablesa logroñesa. Los medios de comunicación modernos con todas sus ventajas también tienen muchos inconvenientes: fallos técnicos y excesiva dependencia en ellos hacen que nos pongamos nervisos ante el retraso en una respuesta. Así pues SOlange decidida a dilucidar de una vez por todas el lugar que ocupaba en el corazón, mente, areas de reproducción del cerebro de el bello Eugene Salvá llamole por teléfono mientras vocifereaba a las puertas de se amiga Eznia para que le habriese la puerta de Maison Lute.
Y el amor surgió....o por lo menos una segunda cita. Y era todo lo que yo queria oir...tra la ra!. Con el coño hecho trizas me encaminé a la casa de mi amado rogando a los cielos a Venus y a Marte me dieesn fuerzas para aguantar otra envestida del amor: estaba exfausta y no podría soportar otra sesión de ares amatorias a essas horas de la noche tras uno hora de Pilates y 30 minutos nadadndo. Quemar tanta caloría me dejaría como una modelo, y eso ¡NO!.
La velada se presentaba tranquila tras habernos comunicado la sola intención de "vernos". Pero, ilusos nosotros, al memos yo, cuando al primer beso se desenadenó la pasión supimos que estabamos avocados al catre. Y así, prediciblemente, nuestros cuerpos se amaron y entré en el como se entra en un hotel: firme pero con cautela. Feux dártifice!. L´amour, les fleurs, le coleur, les peaux...Y casi me quedo a dormir...entonces me dí cuenta de que era algo más que un polvo. Lo sabía, lo quería así pero me dió miedo. Eso sí: esta noche si todo sale bien dormiré en el lecho de mi amado. ¿Y si mis gases le matan mientras dormimos abrazados?, ¿y si me despierto junto a un cadaver al que yo mismo he asesinado de forma incosnciente mientras mi mente descansaba pero mi ano trabajaba incesante expulsando gases asesinos que acabarian con mi bonita historia de amor?. ¿Seré juzgada ...y condenada?.¿Iré a presidio?. Desdichado sufrimiento el del amante aerófago.
Con esta nota para la reflexión me despido con un recuerdo entrañable para todos aquellos y aquellas que han soportado mi enfermedad con resignación y el olfato aterrado.

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