martes, 3 de marzo de 2009

Rumbo norte

Una mujer destruida y regenerada como yo sabe que debe hacer frente a los fantasmas del pasado aunque estos se encuentren en periodo de reposo. También sabe una mujer como yo que el paso del tiempo no es sino una cura para la enfermedad de la juventud y una amenaza para la estabilidad vital de las ancianas amigas. Así pues he decidido, dado que me encuentro en ambas categorias, ser extremadamente cuidadosa con este preciado don. Comuniqué a la servidumbre que el viernes tenía pensado ir a visitar a mi amiga Luteznia de la Rioja Alta y Baja en sus dominios norteños para que preparasen el séquito y arreglasen las necesarias y laboriosas tareas que conlleva tales viajeros menesteras.
Mi sorpresa fue sumemente grata al ver a mi querida amiga en un estado de ánimo estupendo y comprobar como aquellas tierras rodeadas de nevadas montañas aparecian tan agradables, acogedoras, límpidas y gozosas como las recordaba.
Sus mancebos de cuerpos poderosos alegraron mi vista y sus sabrosos manjares mi paladar. Y aunque breve la visita me recordó como la tierra llama a sus frutos humanos y como no es imoprtante donde se encuentra una sino como disfruta de la vida.
Volví cachonda pero contenta. ¿Será el destino de Solange volver a la tierra que la vió beber sus primeros vinos?.
Tantas dudas.

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