martes, 9 de septiembre de 2008

Sin bragas y a lo loco

Asi será mi partida mañana a la isla de Formentera donde intentaré, de una vez por todas, decidir el rumbo de mi vida amatoria, profesional y familiar.
Sí, familiar, chicas, habeis leído bien: tengo que decidir si quiero ser madre. Las mujeres De la Fresange son una estirpe en vias de extinción y no puedo ser tan egoista de negarle al mundo otra heredera digna de perpetuar el legado de esta señora que escribe.
Pero realmente lo que necesito es saber que hacer con mis amantes-novios-polvos- o como se les quiera llamar. Yo los llamo novios con la esperanza de que se conviertan en ello. Y algunos lo consiguen. Otros no pasan de eso, de vans esperanzas de mujer con tanto amor.
Eugene de Salva, por ejemplo, parece querer reaparecer en mi vida tras el estío. Supongo que los encuentros con otras mujeres le habrán hecho recordar mis besos de miel, mi pericia erótico-sexual y mis caricias postcoitales. Pero es demasiado tarde.
Scott. ¿Que hacer con el?. Pues me temo que dejarle de forma oficial. ¿Y Felipe?. Bueno, eso es más facil: es demasiado joven y apuesto, así que confio en que se aburra de mí pronto. Pero quizas no pase eso. Esperaré.
Fran parece estar desaparecido. Tantas promesas de amor, de tumbonas en la orilla de un mar turquesa y tantos besos que se han esfumado con el recuerdo de tu movil apagado.
En fin.
Seré yerma, solterona y vieja pero tendré la mejor colección de pamelas y sombreros de toda España.
Sola. Sola y sola. Eso sí, quizás me retire a mis condominios del norte a pacer con las vacas y criar alguna especie rarísima de conejo carnívoro. Algo tendré que hacer para llenar mis vacios dias de mujer abandonada. Me quedarán también los recuerdos de mi época de primera vedette del Folie, los debuts en Paris, Berlin, Amsterdam... Y los sombreoros y la colección de arte y el jaguar,...y las PERLAS. Las perlas que no serán ensengrentadas hasta el dia que me las meta por el chcihi en iracundo ataque y reviente mis entrañas de tanto amor atrapado en este cuerpo de sirena cantábrica. Y seré mujer de nuevo. Un poco mutilada y lacerada pero mujer.
El amor y el desamor se pasa con un frasco de micromina (como dice mi yaya).
Ah!. Se me olvidaba: no llevaré bragas a Formentera. Mi chichi será espuesto a las caricias del sol que es el único que se va a acercar a mi en estos dias. ¿O quien sabe?.

No hay comentarios: