martes, 30 de septiembre de 2008

¡Castigada a la cama a las diez!


Por puta. Así me dije a mi misma ayer noche. En realidad es que estaba que no podía ni con el chichi. De hecho me encontré con mis amigas Lorenza e Ivette horas antes para disfrutar de una película moderníiiiisima en el Reina Sofía y me tuve que salir de la sala ante el sueño que me asediaba y la insensatez de la cinta en sí. Chichis bailongos por doquier, un cuerno enorme de elefante, unas boas negras como el azabache y una música insufrible me decidieron a abandonar la sala, galopar hasta palacio, freir un huevo y beber un gazpacho para retirarme cuan nubil belleza a dormir. Eran las diez de la noche y estaba para el arrastre.
Me acorde de empapar mi piel morena con aceites de los lejanos paraisos que hidratando mi piel me hacen ser una mujer radiante y suave. Todo para mi amor, que sigue resfriado.
Soy una mujer dedicada en cuerpo y alma al amor.

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